Qué distopia la de la utopía de una sociedad que protege el medio ambiente incluso de la Verdadera Ecología

Qué triste y terrible una Sociedad que ha perdido la capacidad de Preservar aquello que es realmente valioso a través de una vida de Cooperación y Tolerancia entre sus habitantes.

Qué fría y rígida una sociedad en la que “La Ley” en su “elevada” ceguera haya entrado a regular lo que de otro modo la intuición natural del hombre regularía.

Qué antinatural la idea de La Naturaleza que precisa ser protegida incluso del ser humano que la habitaría con respeto y devoción, permitiéndo sus raíces arraigarlo, sus ramas abrazarlo, sus colores estaciarlo, sus aguas bañarlo y su tierra alimentarlo.

Qué muerte viviente la de un Paraje Natural que se colapsa en un concepto de belleza y fuente de vida, se coloca dentrás de vidrieras invisibles y se capitaliza a través de un mercado que ofrece aventuras pasajeras de turistas infieles a sus propios paisajes de concreto y luces de neón.

Qué triste los Pueblos Nativos cuyos decendientes crecen bajo estos decretos y se convierten en los proxenetas de sus Tierras Nativas y sus Culturas perdidas.

Qué inmoral que una franja protegida sea adecuada para cabañas turísticas desprovistas de intimidad con el entorno pero inadecuada para seres vivientes devotos del Dios Viviente.

Qué miope la noción de que la industria turística y las casas de verano inhabitadas de la clase media y alta generan trabajo para la población nativa y, sin embago, una Cultura Emergente de seres humanos que moran, trabajan y embellecen la tierra y co-habitan hermoniosamente y en cooperación con los nativos es tan fácilmente relegada por la rígidez de acuerdos legales diseñados para no sentir y disernir.

Qué invidencia la de aquel que no comprende que una Cultura cuya medida de éxito es la Belleza en harmonía con el entorno es tan rica que incluso capitaliza la industria de la que ya no forma parte.

Qué desmoralizada la Naturaleza Esplendorosa que no es libre para servir y ser servida por el Ser Humano pues ha sido esclavizada por la Ley del hombre desprovisto de la Visión de lo que es realmente Sagrado de la vida humana.

Qué distopia la de la utopía de una sociedad que protege el medio ambiente incluso de la Verdadara Ecología.

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